NOTICIAS DEL FRENTE (otro más…) suivi de la traduction française.

28 de Diciembre.

“Que vienen que vienen ohé, ohé, que vienen que vienen ohé ohé…” Es lo que querríamos que digan los Neozelandeses; por fin sentimos que vamos a llegar pronto. Nuestros softwares de navegación nos dan fechas bastante precisas y coherentes, y la meteorología parece que no va cambiar demasiado. Por si fuese poco, mientras escribo esta frase acaba de asomar el primer rayito de sol (casi 12 horas antes que en España) que timidamente se abre paso entre las nubes del frente (sí, otro más…)

Este pasado día hemos tenido la primera encalmada (relativa) desde tiempos inmemoriales; cerca de Tasmania hemos aprovechado para izar nuestro spinaker asimetrico A2. Ha supuesto un gran cambio después de pasar toda la noche del 27 al 28 con solent «a verlas venir». Ha salido el sol y el mar ha empezado a calmarse. Y, lo más excitante que he vivido estos últimos días: Ha empezado a oler a tierra… No es producto de mi imaginación como cuando hace una semana dije que olía a Mallorca. No. Un olor a tierra, puro, libre y embriagador. Un mes en el agua sin ver tierra y oliendo
constantemente mis calcetines ha hecho que para mí fuese el aroma de la tierra prometida… Me he percatado que el Índico y el Pacífico sur tienen muchas caracteristicas y detalles propios, pero no se desmarcan por tener un olor especiíico. Los catalogaría de insípidos en este aspecto.

Cuando ya hemos tenido que dejar de soñar y volver al trabajo hemos maniobrado varias veces, trasluchando para recolocarnos y escabullirnos de una pequeña alta presión sin viento que amenazaba con dejarnos sembrarnos unas horas. Los ángulos de acercamiento hacia Wellington no eran óptimos pero “¡welcome to the sailing world!” Ya habiamos perdido la práctica de lo que es trasluchar con poco viento. A diferencia de cuando hay un vendaval, no «encalcetinamos» el asimétrico para controlarlo sino que directamente lo rotamos de un lado a otro, totalmente desplegado.
Esta maniobra no nos exime de las responsabilidades restantes: pasar la mayor, retensar burdas, ordenar la telaraña de cabos y mover todos los pesos de a bordo para equilibrar de nuevo nuestro jet privado. Media hora de arduo trabajo para dos.

Cuando ya nos hemos vuelto a enfilar hacia donde queríamos, (básicamente ganar millas al este más que hacia el norte), Marco ha ido a descansar y me he quedado al mando. Estaba al timón, absorto en mis pensamientos, repasando mentalmente la construcción de mi hipotética nueva «nave espacial» para la próxima vuelta al mundo, cuando me he girado y me he sobresaltado: El apacible día soleado se iba a convertir en un infierno. Unas nubes terroríficas estaban a punto de desatar su furia encima de nosotros. He gritado para que Marco se despertase: “ ¡bajar el asimétrico!.” Apenas lo teníamos en cubierta cuando se ha puesto a soplar otra vez de lo lindo. Nada que asustase a “estos dos curtidos navegantes” que esta etapa han hecho un «master» de temporales, pero sí un viento que hubiese podido hacer explotar nuestra vela más ligera.
Al mismo tiempo se ha puesto a diluviar y a granizar, lo que ha calado hasta los huesos al pobre Marco, que estaba durmiendo sin traje de agua. El mar se ha puesto blanco y en unos minutos la tromba de agua ha conseguido aplanar la ola residual. Algo es algo. Cuando todo pasó, el mundo nos deparó un panorama bastante curioso: un tren de nubes “hormonadas” perfectamente alineadas separaba el día soleado más espectacular del lugar lugubre al que no querría volver ni por todo el oro del mundo. (Mentira…)

Nos hemos dejado llevar al sur para conseguir más intensidad de viento durante las primeras horas, y mejor ángulo para que cuando entren los proximos 40 nudos nos hagan volar hasta la entrada de Cook Strait.
Estamos contentos. Siendo nuestro barco de primera generación somos los más rápidos todos estos últimos días; recortamos muchísimas millas con las plazas de podium. Sera imposible adelantarles, pero llegar pocas horas más tarde en vez de días querrá decir que habremos hecho bien nuestro trabajo.

He empezado a sentirme cansado, física y mentalmente. Cansado como no recuerdo haber estado en toda la regata. No pensaba con claridad, e izar el código 5 antes de irme a dormir ha acabado de reventarme. Ha sido quitarme las botas, meterme en el húmedo saco de dormir y… no me acuerdo de nada más…
Marco me ha dejado dormir hasta ahora; me he despertado pensando «¡ostia, el blog!!!»
El hambre está truncando mi tan preciado orden. Devastamos las bolsas de comida semanales como una manada de mapaches. Como quedan pocos dias, ya escasean cosas y lo que tenemos de sobra no nos gusta. Asi que en el «Pacific Bulli» he vuelto a poner mi creatividad al servicio del mundo gastrónomico moderno. Para desayunar, primero he robado una tableta de chocolate, luego he hervido agua, (que sin querer contenia una pastilla isotónica sabor limon), al agua he añadido una bolsita de té, y como no tenemos azucar he fundido la tableta de chocolate dentro del té humeante. Evidentemente, todo bien removido con la única cuchara que queda a bordo. Resultado: CHOKOLA-TÉ. ¡Delicioso!

En la seccion Huk’s DJ, creo que «Dulce introducción al caos» de Extremoduro se adapta perfectamente al día de hoy. Y una vez más, lo lamento, he hecho trampas: no la estoy escuchando en el Ipod exactamente ahora, incluso he olvidado cargarla en mi reproductor, asi que los que podáis, disfrutadla por mi…

Buenas noches desde Financial Crisis, en 44º08S, 154º55E, a menos de 900 millas de la llegada, volando a 16 nudos con código 5, trinqueta y un rizo en la mayor… Muy agradecido por las donaciones que me permiten seguir enviando el blog y las fotos por satélite…

Bolsa de comida semanal y ración diaria.

28 décembre

Nouvelles du front (un de plus…)

“Ils arrivent ohé, ohé, ils arrivent ohé ohé…” C’est ce que nous voudrions entendre de la part des Néozélandais; nous commençons à sentir que bientôt nous allons arriver. Les logiciels de navigation nous donnent des dates d’arrivée assez précises et cohérentes et de plus la météorologie ne devrait pas évoluer beaucoup. Pour couronner ça et pendant que j’écris ces lignes, le premier rayon de soleil (12 heures avant l’Espagne) vient timidement de se glisser entre les nuages du front. (Hé oui, encore un…).

Ces jours derniers nous avons eu la première accalmie (toute relative) depuis des temps immémoriaux; près de la Tasmanie nous avons hissé notre spinnaker assymétrique A2. Après avoir passé toute la nuit du 27 au 28 avec le solent “au cas oú” cela a représenté un grand changement. Le soleil a fait son apparition, la mer s’est calmée. Et nous avons senti une odeur de terre: la sensation la plus excitante que j’ai éprouvée ces derniers temps. Ce n’est pas le produit de mon imagination comme la semaine dernière quand je déclarais sentir mon île de Majorque. Non. Une odeur de terre pure, libre et enivrante. Après un mois sur l’eau avec pour seule odeur celle de mes chaussettes c’était le parfum de la terre promise… J’ai remarqué que si l’Indien et le Pacifique ont des caractéristiques propres ils ne se distinguent pas pour voir une odeur spécifique. Je les cataloguerais même d’insipides.

 

Il a bien fallu cesser de rêver et retourner au travail; nous avons empanné plusieurs fois pour nous repositionner et échapper à une petite zone de hautes pressions qui menaçait de nous empétoler. Les angles d’approche à Wellington ne sont pas optimaux mais “welcome to the sailing world!”. Nous avions déja perdu l’habitude d’empanner avec peu de vent. (par différence avec les conditions de temps dur nous n’utilisons pas la “chaussette” pour contrôler le spi mais nous le faisons passer directement d’un côté á l’autre, totalement déplié.) Cette maneuvre ne nous épargne pas pour autant le reste du boulot: faire passer la grand-voile, retendre les bastaques, ranger le fouillis de bouts et déplacer les poids d’un bord sur l’autre pour équilibrer notre jet privé. Une bonne demi-heure de travail à tous les deux.

 

Quand enfin nous avons pu enfiler la direction prévue, (gagner vers l’est plutôt qu’au nord), Marco est parti se reposer et je suis resté à la barre. Alors que j’étais perdu dans mes pensées, imaginant la construction d’un autre vaisseau spacial pour un prochain tour du monde, je me suis retourné et j’ai sursauté: la journée tranquille et ensoleillée allait tourner à l’enfer. Des nuages terrifiants étaient sur le point de déchainer leur furie sur nous. J’ai crié pour réveiller Marco. “Vite, on baisse l’assymétrique!” La voile n’était pas sur le pont que déja ça soufflait très fort. Pas assez bien sûr pour effrayer les vieux durs à cuire que nous sommes devenus après cette étape, mais suffisemment pour faire exploser cette voile légère.

En même temps la pluie et la grêle se sont chargés de tremper jusqu’aux os le pauvre Marco qui était sorti sans ciré. La mer est devenue blanche et en quelques minutes les trombes d’eau sont venues à bout de la houle résiduelle. Quand tout a été fini le monde nous offrait un panorama assez curieux: un train de nuages hormonés et parfaitement alignés séparait une magnifique journée ensoleillée d’un antre lugubre que je ne souhaiterais pas revoir pour tout l’or du monde. (C’est pas vrai…).

Nous nous sommes laissés aller un peu sud pour profiter d’une meilleure pression du vent et bénéficier d’un angle meilleur en prévision des prochains 40 noeuds qui nous ferons voler jusqu’au détroit de Cook.

Nous sommes contents. Même si notre bateau est de la première génération (des 40 pieds) nous avons été les plus rapides de la flotte ces derniers jours et nous avons regagné beaucoup de miles qui nous séparent des places de podium. Bien sûr nous ne doublerons personne mais compter notre différence avec les premiers en heures plutôt qu’en jours nous prouvera que nous avons bien fait notre travail.

Mentalement et physiquement je commence à me sentir très fatigué, beaucoup plus que je ne l’ai été durant toute l’étape. Je n’avais pas les idées claires; hisser le code 5 avant d’aller dormir m’a achevé. J’ai enlevé mes bottes, je me suis glissé dans le sac de couchage humide et… je ne me souviens de rien d’autre.

Marco m’a laissé dormir jusqu’à maintenant; je me suis réveillé en sursaut en pensant: “zut. Le blog!”

La faim a boulversé l’ordre auquel je tiens tant. Nous avons saccagé les derniers sachets hebdomadaires de nourriture comme une bande de sauvages. Comme on est au bout du voyage, certaines choses commencent à manquer, et ce qui reste en quantité appréciable ne nous dit pas grand chose. Alors au “Pacifique Bulli” j’ai recommencé à mettre ma créativité gastronomique au service du monde moderne. Pour le petit déjeuner, j’ai commencé par détourner une tablette de chocolat, puis j’ai fait bouillir de l’eau (qui contenait par erreur un comprimé isotonique au citron), j’y ai laissé infuser un sachet de thé, et comme il ne reste plus de sucre j’ai fait fondre la tablette de chocolat dans le thé fumant. Le tout bien mélangé avec LA cuillère (la seule). Résultat : du CHOCOLA-THÉ. Délicieux….

Et dans la rubrique Hugo DJ’, le morceau qui convient le mieux à la situation  c’est “ Douce introduction au chaos” du groupe Extremoduro.

Mais désolé, j’ai triché encore une fois: Je ne suis pas exactement en train de l’écouter sur l’Ipod, à vrai dire j’ai même oublié de la copier sur mon reproducteur… Vous qui en avez la possibilité, écoutez la à ma place.

Bonne nuit à bord du Financial Crisis, à 44º08S, 154º55E, à moins de 900 miles de l’arrivée, en train de voler à 16 noeuds avec le code 5, la trinquette et un ris sur la grand voile.

Je vous suis très reconnaissant pour les donations (http://www.hugoramon.com )qui me permettent d’envoyer le blog et les photos par satellite, etc.. etc.

 

5 pensamientos en “NOTICIAS DEL FRENTE (otro más…) suivi de la traduction française.

  1. Malén Fenollar Martorell dice:

    Nunca está uno tranquilo en el mar, pero novecientas millas a estas alturas saben a regata de triángulo en la bahía de Palma-Zelanda.¿Nochevieja en tierra?.Apuesto a que si.Por cierto:Hay que vigilar de cerca a la deshidratación, que ralentiza y atonta,como primeros síntomas.
    Hoy en España es 29, queda todo el 30 y el 31…a echar humo.
    Félix y Malén. (20 nudos por cincuenta horas= 1000 millas en dos días).Os sobra uno.

  2. Gennaro dice:

    Fuerza Hugo, eres un grande 🙂

  3. Virginia Escalas dice:

    ¡Qué ilusión! ¡cómo habéis recortado millas con el trío! ¡es increíble ! sois grandes Hugo!!!!
    A poco de llegar chicos, estoy que me muerdo las uñas!! espero que te llegue mi regalo de navidad! humilde pero con todo mi cariño!!!

    fuerza ! que esto es la guerra!!!!! mmmmmuaaaa hiuk!

  4. lope dice:

    animo Hugo a por la nochevieja en tierra!!!!!

  5. cada kilómetro le acerca a la línea de meta. Coraje y perseverancia te acercan a la lista de ganadores … si le falta el alimento regular, utilice el alimento espiritual que le llevará la fuerza para alcanzar sus metas! Te deseo un feliz año nuevo y feliz aterrizaje en la tierra de Nueva Zelanda.

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